Según el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMBA), desde 2017 México escaló del 16to al 4to lugar entre los países más letales a nivel mundial para los defensores del medio ambiente.El caso más destacable es el del líder campesino Francisco Vázquez, opositor de la termoeléctrica de Huexca (parte del Proyecto Integral Morelos, un megaproyecto del Estado mexicano) quien fuera asesinado el 10 de febrero. Es el segundo crimen de un luchador social contra la termoeléctrica ubicada en el estado de Morelos.El nahua Samir Flores, integrante del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala (FPDT), y del Congreso Nacional Indígena (la retícula de resistencias indígenas en defensa del territorio más combativa del país) fue baleado el 20 de febrero de 2019. El crimen de Flores fue el primero de una persona defensora del territorio ocurrido en este sexenio.